WHIRPOOL
En estos últimos meses he necesitado comprar
recambios para un frigorífico Whirpool y ésta ha sido la traumática
experiencia.
El pasado mes de junio me dispuse a comprar
unos repuestos para un electrodoméstico de mi casa y busqué en Internet el servicio
técnico más cercano a mi domicilio. Llamé por teléfono y dejé un mensaje en el
contestador ya que no atendieron a la llamada. Di mis datos y al día siguiente
me llamaron, el técnico que me atendió me pidió un código del electrodoméstico
en cuestión y al no tenerlo a mano en ese instante acordamos que me llamaría al
día siguiente para hacer mi pedido de repuestos.
Esta llamada nunca se produjo y aunque
después, deje varios mensajes en el contestador, nunca me devolvieron las
llamadas.
Decidida a encontrar los recambios que
necesitaba busque un nuevo teléfono de servicio técnico para la Comunidad de
Madrid (www.whirlpool-servicio-tecnico.com.es. Reparación electrodomésticos
en Madrid. Teléfono: 911 29 27 31). Tampoco tuve suerte, sólo reparan
electrodomésticos pero no venden recambios. Y lo peor, ¡No podían darme un
teléfono al que llamar para pedir los repuestos!.
Volví nuevamente a internet, pero esta vez, a
la página principal de Whirlpool España, para solicitar ayuda o poner una
reclamación, estaba empezando a enfadarme. En www.whirlpool.es, afortunadamente encontré un
link de RECAMBIOS y creí estar en el camino correcto. Pues no, para este
servicio hay que llamar al 902 203 204 y en la página web no se especifica si
la llamada es gratuita y en caso contrario el coste de la misma.
¡No me gusta llamar a estos teléfonos si no
conozco el coste! pero no tuve otra alternativa. Tras marcar las opciones que
la locución automática me daba, una operadora me transfirió con el departamento
de ventas. ¡Por fin!, tras varios minutos de espera pensando…. ¡Esto me va a
salir caroooo!, no obtengo respuesta del departamento en cuestión y la
operadora me pide que llame en otro momento ya que no responden en este
servicio.
Pido que por favor tome nota de mis datos,
nombre y teléfono para que se pongan en contacto conmigo pero resulta que ¡no
lo puede hacer! y tengo que volver a llamar a un 902… sin saber lo caro que
puede resultar.
Pasados unos días, resignada ya… a que tenía
que volver a llamar al 902…. Consigo hablar con recambios. A la persona que me
atendió, le indiqué el código del electrodoméstico y las piezas que necesitaba.
¡Mala suerte¡ no tienen las piezas en stock y me indica que vuelva a llamar
pasados diez días. Pido que por favor tome nota de las piezas y que se pongan
en contacto conmigo cuando les lleguen las piezas para formalizar el pedido.
¡Mala suerte¡ eso no se puede hacer.
La solución que me ofrecen en ventas es
llamar a un Servicio Técnico para que ellos se encarguen.
¡No doy crédito a lo que estoy oyendo! y
ahora sí, visiblemente enfadada cuento a esta empleada que no quiero un
servicio técnico y que he llamado a Whirlpool España para obtener la garantía
de una respuesta y la solución a mi problema.
Le propongo hacer el pedido de las piezas que
tengan en stock y volver a llamar otro día al 902… para el resto asumiendo que
me va a costar además pagar dos veces gastos de envío.
Mi interlocutora parece reaccionar y me pide
la relación de piezas para ir buscando las referencias de su catálogo. A la
tercera pieza parece que se ha cansado y me ofrece lo siguiente….
Enviarme por mail todo el despiece de los
repuestos de mi frigorífico, ¡que yo tome nota de las referencias! Y que yo le
mande el listado de piezas que quiero.
Me parece humillante que me traten así, yo no
soy la secretaria de nadie, esto no es darme una solución…. No obstante, reprimí
mi cólera ya con la curiosidad de investigar hasta dónde podía llegar esto. Pasan dos días y al no tener correos
electrónicos de esta empresa ¡VUELVO A LLAMAR A 902….! y resulta que han tomado
mal mi dirección de correo electrónico.
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